
Cálculo de tu tasa de deshidratación: Aprende a hidratarte como un profesional
¿Qué es la tasa de deshidratación y por qué deberías calcularla?
La tasa de deshidratación es un dato que indica cuántos líquidos pierdes durante una sesión de ejercicio, generalmente expresado en litros por hora. Calcular esta tasa no es solo un capricho técnico para atletas de élite: es una herramienta esencial para cualquier persona que quiera entrenar con inteligencia, cuidar su salud y mejorar su rendimiento físico.
Cuando haces ejercicio, tu cuerpo regula su temperatura mediante la sudoración. Esa pérdida de líquido no es trivial: si no la repones adecuadamente, puedes experimentar fatiga temprana, calambres, menor rendimiento e incluso problemas más serios como un golpe de calor.
Saber exactamente cuánto sudas te permite anticiparte a la deshidratación, ajustar tu hidratación antes, durante y después del entrenamiento, y personalizar tu estrategia como lo haría un atleta profesional.
Beneficios de conocer tu tasa de sudoración en el entrenamiento
Medir tu tasa de sudoración trae consigo beneficios concretos y medibles, especialmente en épocas de calor o si entrenas en ambientes húmedos.
Evitas la deshidratación progresiva: No se trata solo de tener sed; una pérdida del 2% de tu peso corporal en líquido ya afecta tu rendimiento notablemente.
Personalizas tu hidratación: Cada cuerpo es distinto. Algunos sudan más que otros, y los planes genéricos no funcionan para todos.
Reduces el riesgo de calambres: Una correcta reposición de líquidos y electrolitos ayuda a evitar contracciones musculares inesperadas.
Mejoras tu recuperación: Una buena hidratación acelera la recuperación muscular y reduce la fatiga post-entreno.
Optimizas tu rendimiento: Estar correctamente hidratado se traduce en más resistencia, mejor toma de decisiones y mayor claridad mental.
En mi experiencia como entrenador de corredores, calcular la tasa de deshidratación y sudoración en entrenamientos es un hábito común. Especialmente en climas calurosos, esto ha marcado la diferencia para lograr un rendimiento óptimo y seguro, adaptando la hidratación a las necesidades reales de cada atleta.
Cómo se calcula la tasa de deshidratación paso a paso
El cálculo es más sencillo de lo que parece y no necesitas equipamiento costoso. Solo una báscula, una toalla y una botella de agua.
Fórmula básica:
Tasa de sudoración (L/h) = (Peso antes - Peso después + Líquido ingerido - Orina) / Duración en horas
Pasos prácticos:
Pésate antes del entrenamiento (sin ropa o con la menor cantidad posible).
Entrena normalmente, contabilizando el tiempo exacto.
Registra cuánta agua o bebida has consumido durante el ejercicio.
Evita ir al baño, o si lo haces, estima el volumen de orina.
Sécate bien y pésate justo después del ejercicio.
Aplica la fórmula.
Ejemplo real:
Peso antes: 70 kg
Peso después: 69.2 kg
Líquido ingerido: 500 ml (0.5 L)
Orina: 0 ml
Duración del ejercicio: 1 hora
(70 - 69.2 + 0.5) / 1 = 1.3 L/hora de sudoración
Este valor indica que durante ese tipo de entrenamiento, pierdes 1.3 litros de líquido por hora. Esa es la base sobre la que debes construir tu estrategia de hidratación.
Factores que afectan tu tasa de sudoración
Tu tasa de sudoración no es constante. Cambia según una serie de variables:
Temperatura y humedad: Cuanto más caluroso y húmedo el ambiente, más sudas.
Tipo e intensidad del ejercicio: Un entrenamiento de intervalos genera más sudor que uno de baja intensidad.
Ropa y equipamiento: Materiales sintéticos o prendas que no permiten la transpiración afectan tu regulación térmica.
Acondicionamiento físico: Las personas más entrenadas sudan antes y más eficientemente.
Sexo, edad y genética: Los hombres tienden a sudar más que las mujeres, y hay diferencias personales muy marcadas.
Por eso es tan importante hacer el cálculo varias veces en condiciones distintas. Lo que sudas en una sesión de invierno a las 7 de la mañana no es lo mismo que a las 4 de la tarde en pleno julio.
Ejemplo real: Aplicando el cálculo con corredores en climas calurosos
En mis entrenamientos con corredores, la tasa de sudoración ha sido una herramienta de ajuste fino. Durante las temporadas calurosas, el cálculo individual ha sido clave para definir no solo cuánta agua llevar, sino también qué tipo de bebidas usar, en qué frecuencia y con cuántos electrolitos. Esta estrategia personalizada ha permitido a los corredores evitar bajones de rendimiento y llegar mucho más frescos a las últimas etapas de sus entrenamientos.
Este enfoque personalizado no solo previene la deshidratación; también refuerza la confianza del deportista en su preparación.
¿Cada cuánto debes hacer el cálculo? Recomendaciones prácticas
Aunque una sola medición te puede dar una buena idea, lo ideal es repetir el cálculo en diferentes:
Climas (frío, calor, húmedo, seco)
Horarios (mañana, tarde)
Tipos de entreno (rodaje, series, larga distancia)
Repite el cálculo al menos una vez por estación, o cuando notes cambios relevantes en tu rendimiento o en tu peso corporal.
Cómo usar el dato para mejorar tu hidratación deportiva
Conocer tu tasa te permite crear un plan como este:
Si pierdes 1.2 L/hora y entrenas 1h30, perderás 1.8 litros.
Si solo bebes 500 ml, estás dejando un déficit de 1.3 litros.
Sabes que debes compensar durante y después del entreno con más volumen, y si hace mucho calor, incluir electrolitos.
Recomendaciones:
Bebe de 100 a 250 ml cada 15-20 minutos, según tu tasa.
Usa bebidas isotónicas si el ejercicio supera 1 hora.
Rehidrata también después del ejercicio, no solo durante.
Errores comunes al calcular la tasa de deshidratación (y cómo evitarlos)
No pesarte en seco: La ropa mojada altera el peso final.
Olvidar medir el líquido ingerido: Es clave para el cálculo.
Ignorar la orina: Aunque es poco común durante el ejercicio, si pasa, hay que restarla.
Hacerlo solo una vez: Como ya vimos, debes repetir el cálculo en distintos escenarios.
Asumir que todos sudan igual: No caigas en soluciones genéricas.
Herramientas y apps útiles para facilitar el cálculo
Hoy en día hay muchas opciones para ayudarte a registrar y hacer seguimiento:
Hydro Coach (Android/iOS): Registro de hidratación diario.
Gatorade Sweat Patch: Sensor que mide sudoración en tiempo real.
Excel o Google Sheets: Plantillas simples para llevar tus cálculos.
Incluso puedes usar tu smartwatch o pulsera deportiva para tener registros más detallados sobre ritmo, temperatura y duración, y así mejorar la precisión.
Conclusión: La hidratación como clave para el rendimiento deportivo
El cálculo de tu tasa de deshidratación no es solo un dato interesante: es una herramienta práctica, personal y muy poderosa para optimizar tu rendimiento deportivo. Lejos de ser exclusivo para atletas profesionales, este cálculo está al alcance de cualquier persona comprometida con entrenar de forma inteligente.
En mi experiencia entrenando corredores, integrar este cálculo como un hábito ha transformado por completo su forma de enfrentar el calor, las distancias largas y las sesiones intensas. La hidratación dejó de ser una rutina genérica para convertirse en una estrategia personalizada, efectiva y medible.
Y tú, ¿ya sabes cuánto sudas realmente cuando entrenas?
El siguiente paso para mejorar no está en correr más… sino en hidratarte mejor.